¿Sabías que tu estilo de conducción influye en la comodidad de los pasajeros? Ya se trate de un viaje familiar o del transporte en coche de los clientes o empleados de un negocio, la experiencia de los pasajeros es un factor que no suele ser tenido tan en cuenta como se debería.
En este sentido, tanto las características del vehículo, como el estilo de conducción de la persona al volante influyen directamente en el confort experimentado por los pasajeros.
En esta ocasión, vamos a destacar toda una serie de circunstancias y hábitos de conducción que necesitas tener en cuenta la próxima vez que te pongas al volante en compañía de otras personas.
La sensación percibida por conductor y pasajeros es muy distinta
En primer lugar, conviene que seas consciente de que la sensación percibida por el conductor es distinta al del resto de personas que se encuentran en el interior del habitáculo interior del vehículo, especialmente, quienes viajan en el tren trasero.
Recuerda que, como conductor, conoces cuáles son tus intenciones ante la inminente realización de una maniobra.
Sin embargo, los pasajeros no tienen forma de anticipar tus decisiones, por lo que experimentarán una sensación de ansiedad e impotencia muy desagradables.
Algunos conductores tienen el mal hábito de acelerar bruscamente en las maniobras de inicio de la marcha, adelantamiento o incorporación a la vía.
Lo cierto es que, salvo en situaciones de emergencia o cuando las condiciones de la calzada exigen alcanzar cierta velocidad rápidamente, el uso del acelerador de esa manera resulta innecesario y, sobre todo, muy incómodo para el resto de pasajeros.
Frenazos bruscos
Lo mismo se puede decir de las frenadas repentinas que suelen tener lugar, bien en llegadas a intersecciones y rotondas, bien en embotellamientos, y siempre como consecuencia de circular a demasiada velocidad.
Estos malos hábitos de conducción no sólo resultan muy incómodos desde la perspectiva de los pasajeros, sino que pueden ser el detonante de colisiones por alcance o debido a la aparición de un obstáculo inesperado.
Paso por curvas cerradas a alta velocidad
La sensación de velocidad se acentúa notablemente en los pasos por curva, máxime si ésta es especialmente cerrada.
Si quieres probar la adherencia de los neumáticos y la estabilidad de tu coche en situaciones extremas, lo mejor es que acudas a una pista de velocidad.
En la carretera, utilizar una velocidad excesiva al tomar una curva puede ser tan peligroso como incómodo para los pasajeros.
Es cierto que, gracias a los sistemas de control electrónico de estabilidad actuales, se ha mejorado considerablemente la seguridad en el paso por curva; pero eso no es motivo para obligar a los pasajeros a sujetarse de las agarraderas del coche.
Paso por badenes u otros obstáculos
El uso de badenes en las calles de nuestras ciudades ha proliferado enormemente a lo largo de la última década.
Curiosamente, este tipo de medida fue aplicada para obligar a los conductores a reducir la velocidad a la que habitualmente se aproximaban a los pasos de cebra.
En cualquier caso, los badenes siempre han sido un recurso más o menos frecuente en zonas peligrosas en las que se quiere limitar la velocidad de forma activa.
La cuestión es que aún persiste en muchos conductores el mal hábito de superar este tipo de obstáculos lo más rápidamente posible.
Sobra decir que la sensación experimentada por los pasajeros es bastante desagradable.
Además, el sistema de suspensión sufre mucho cuando se superan badenes a alta velocidad.
¿Cómo puedes corregir estos malos hábitos?
La mejor manera de corregir estos malos hábitos y asegurarse de que los pasajeros viajan cómodamente es adoptar un estilo de conducción basado en la anticipación.
Esto es algo que tratamos de forma detallada en nuestra Guía Fundamental para la Conducción Eficiente.
- La anticipación durante la conducción implica prestar atención a todo aquello que se sitúa varios cientos de metros por delante del vehículo y que puede suponer un cambio de dirección o de velocidad.
- En aquellos casos en los que, por falta de visibilidad, no sea posible anticipar las circunstancias de la carretera, será necesario disminuir la velocidad lo suficiente, como para poder reaccionar ante cualquier imprevisto.
La conducción basada en la anticipación supone un notable incremento de la seguridad, así como una mejora del confort de todos los pasajeros, ya que se les ahorra tener que sufrir todas las maniobras bruscas que hemos explicado previamente.
Este estilo de conducción también posibilita un gran ahorro de combustible y una mejor conservación de la mecánica del coche.
Esto es debido a dos motivos:
- Por un lado se limita el uso del acelerador, puesto que ya se ha previsto la inminente llegada de una zona de frenada.
- Por otro lado, se reduce el uso del freno, dado que se ha dejado de acelerar anticipadamente y el coche decelera gracias a la resistencia de rodadura de los neumáticos y del aire, así como por el efecto del freno motor.
Si quieres descubrir más trucos como estos, puedes echar un vistazo a:
12 Trucos para ahorrar el máximo combustible posible.
En definitiva, un pequeño cambio en tu estilo de conducción puede traducirse en una gran mejoría para tu bolsillo y para la experiencia de los pasajeros que viajan en tu compañía.
