Ahora que llega la época de frío, la calefacción del coche vuelve a ganar protagonismo en los trayectos al trabajo, al recoger a los niños o en las escapadas de fin de semana.
El habitáculo de un vehículo debe estar a la temperatura adecuada para garantizar no sólo la comodidad de los ocupantes, sino una óptima conducción por parte del conductor.
Una advertencia:
El exceso de calor puede generar somnolencia al volante; de manera que no conviene que abuses de la calefacción este invierno.
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Dicho esto, vamos a resolver algunas dudas básicas acerca del funcionamiento y la utilización eficiente de la calefacción.
¿La calefacción del coche consume combustible?
Debido al desconocimiento del funcionamiento de la calefacción en los coches, algunos conductores creen que ésta supone un incremento en el consumo de combustible, como el ocasionado por el aire acondicionado.
Eso puede llevar limitar la utilización de la calefacción en un intento inútil por ahorrar gasolina.
Sin embargo, la realidad es que el uso de la calefacción tiene un impacto prácticamente nulo en el consumo de carburante.
Esto se debe al funcionamiento de la misma.
¿Cómo funciona la calefacción de un coche?
El sistema de calefacción de los coches se basa en el aprovechamiento de la energía térmica generada por el motor en marcha.
El motor de un vehículo en funcionamiento genera una gran cantidad de calor, el cual es neutralizado por el radiador de refrigeración. Cuando el líquido refrigerante pasa por los conductos del interior del motor, se calienta para después llegar al radiador, donde es enfriado a través del viento generado por el movimiento del coche o, en su defecto, por el ventilador.
El aire que pasa por los conductos de ventilación del coche es calentado gracias a las altas temperaturas alcanzadas, por lo que no se requiere un consumo de combustible suplementario. De hecho, la energía que calienta el aire de la calefacción se perdería en cualquier otro caso.
El único gasto que puede ser atribuido a la calefacción es el generado por el ventilador que introduce el aire en el conducto de ventilación del habitáculo interior. Dicho ventilador funcionan con la energía de la batería, la cual se alimenta del alternador, el cual sí consume combustible aunque en cantidades anecdóticas.
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¿Cuándo encender la calefacción del coche?
Teniendo en cuenta lo explicado en el anterior apartado, no tiene ningún sentido activar la calefacción en el mismo momento en el que se enciende el motor del coche, después de que éste haya estado en reposo.
El motor tardará unos minutos en alcanzar la temperatura suficiente como para que el aire de la ventilación llegue a calentarse de forma significativa, máxime si estamos en invierno.
Encender la calefacción de forma prematura, sólo trasladará aire frío del exterior del coche al interior o, en el mejor de los casos, removerá el aire ya presente en el coche, cuando se utiliza el sistema de recirculación.
Enciende la calefacción unos minutos después de haber iniciado la marcha.
De esa forma, garantizarás que el aire introducido sea caliente desde el primer momento.
Distribuye el aire de la calefacción a los pies
Una forma muy eficiente de distribuir el calor de la calefacción por el interior del coche es conectar el aire a la salida de los pies.
Ten en cuenta que el aire caliente tiende a ascender, por lo que enchufar el aire por abajo garantiza que todo el coche se caliente de forma homogénea, en lugar de únicamente la parte superior.
No conectes al aire acondicionado y la calefacción al mismo tiempo
Tanto el aire acondicionado, como el sistema de calefacción cuentan con sistemas para regular la cantidad de aire (frío o caliente) introducida en el interior del coche.
Esa es la forma adecuada de regular la temperatura de un vehículo que no cuenta con un sistema de climatización.
Desgraciadamente, algunos usuarios optan por conectar, al mismo tiempo, el aire acondicionado y el sistema de calefacción.
Esta técnica no sólo es muy ineficiente y supone un incremento notable del consumo de combustible, sino que también puede generar una avería.
Esperamos que con estos sencillos consejos le saques mejor partido a la calefacción de tu coche y no vuelvas a pasar frío durante tus desplazamientos de este invierno.
