La mayoría de los conductores creen que ajustan correctamente los espejos retrovisores de sus vehículos. Sin embargo, esto no evita los puntos ciegos, que son los que generan accidentes con más frecuencia de la deseable. De ahí, la importancia del ajuste de los retrovisores para conseguir la mayor visibilidad y evitar accidentes durante las maniobras de adelantamiento, desplazamiento lateral o cambio de carril.
Si bien es cierto que desde hace unos años los fabricantes de coches ofrecen sistemas de detección de puntos ciegos para los espejos retrovisores, con cámaras y/o radares que advierten de otros vehículos adyacentes fuera del ángulo de visibilidad del conductor, muchos conductores siguen fiándose de su ajuste manual, o bien no disponen de un vehículo nuevo con dichas tecnologías.
Cómo ajustar nuestros retrovisores
Si su coche no dispone de sistema de detección de presencia en el ángulo, la solución es una nueva orientación sobre los espejos exteriores, aplicándoles un ajuste de 15 grados aproximadamente hacia el exterior para seguir viendo a los vehículos que nos sigan y que perdemos de vista por el retrovisor interior, tal y como nos explican con estas ilustraciones:
El objetivo es ampliar la visión y eliminar las zonas “ciegas”. desde la correcta posición del conductor (en el vehículo azul de la ilustración de arriba), abrir los espejos retrovisores exteriores todo lo que podamos desde el interior hacia el exterior y hasta que no se vea nada de la carrocería del vehículo (ver: fig. 1 y fig. 4) para dar más cobertura de visión a los márgenes laterales; es decir, todo lo contrario a lo que nos enseñaron en su día con la técnica de mantener visible en las esquinas interiores de los espejos los dos puntos de referencia: nuestro vehículo y el otro (ver: fig. 2 y fig. 5), función ésta última que realiza el espejo retrovisor interior (ver: fig. 3) de forma permanente.
Debe seguir los siguientes pasos si desea utilizar ésta técnica de ajuste de los espejos retrovisores:
- Paso 1. Coloque el espejo retrovisor interior tal como lo haría normalmente.
- Paso 2. Incline la cabeza hacia la izquierda hasta que toque la ventanilla del conductor. Desde esa posición, ajusta tu retrovisor izquierdo de forma que puedas ver la esquina trasera de tu coche.
- Paso 3. Incline con el mismo ángulo hacia el otro lado, y pon el retrovisor lateral derecho de la misma forma.
Gracias a estos ajustes se podrá observar a los vehículos que se aproximen por detrás, a través del espejo retrovisor interior y si el mismo vehículo cambiase de carril, iría desapareciendo del retrovisor interior para verse en el retrovisor exterior.
Lleva un tiempo acostumbrarse a conducir con los espejos colocados de esa forma porque hay que aprender a fijarse primero en el retrovisor interior y después en los retrovisores exteriores. Con esta nueva técnica los retrovisores exteriores dejan de cubrir una zona que ya está cubierta por el retrovisor interior con lo cual desaparecen los ángulos muertos.