Abrir la puerta del coche parece un gesto sin importancia, pero dentro de los múltiples consejos para conducir que hay que tener en cuenta, también se incluyen unos cuantos referidos a cómo realizar correctamente esta acción. Lo cierto es que ciertas cosas las hacemos sin pensar, de manera automática, pero conviene hacer una reflexión sobre su importancia.
Lo más habitual es que después de aparcar abramos despreocupadamente la puerta del coche, en el caso del conductor con la mano izquierda, pero queremos que a partir de la lectura de este post esta costumbre cambie para siempre. Además, queremos hacer un ejercicio de concienciación sobre la importancia de hacer las cosas bien incluso cuando el coche está parado.
La puerta del coche y los accidentes en estacionamiento
Uno de los accidentes más comunes estando un vehículo estacionado es el relacionado con las puertas abiertas. En ocasiones en un vehículo podemos estar descargando objetos, ayudando a salir a personas con movilidad reducida, soltando a nuestras mascotas u ocupándonos de las sillas especiales para niños; y para hacerlo con más comodidad dejamos las puertas abiertas durante unos minutos.
En ese caso, tanto nosotros mismos como las puertas abiertas pueden verse arrolladas por un coche que circule por el carril derecho, aunque consideremos que la puerta lleva abierta el tiempo suficiente como para ser percibida como un obstáculo.
Además hay que tener en cuenta que estas puertas pueden estar invadiendo los carriles reservados a los vehículos de uso público, como taxis y autobuses (estos últimos con menos capacidad de maniobra).
Por otro lado, hay que tomar conciencia al abrir la puerta del coche, incluso en el lado de la acera, de la existencia de otros tipos de vehículos que circulan más rápidos que los peatones y por tanto son algo más difíciles de esquivar. Hablamos de bicicletas y patinetes eléctricos, cuyo uso está cada vez más extendido y que aunque deberían circular por la calzada no siempre cumplen la normativa y nos podemos llevar un gran susto.
Por tanto, podemos considerar que abrir la puerta del coche implica un cierto riesgo en situaciones muy diversas y que vale la pena poner algo de atención y hacerlo de forma prudente.
Abrir la puerta del coche con seguridad: el método holandés
En Holanda los ciclistas llevan mucho tiempo integrados en sus vías urbanas, y buena muestra de ello son las cifras: se trata de un país con 23 millones de bicicletas para 17 millones de habitantes. Los peatones y conductores están habituados a compartir espacio con ellas, pero eso no impide que tengan una alta siniestralidad.
Por desgracia, la siniestralidad en bicicleta en Holanda supera a la siniestralidad de los accidentes de automóvil. Especialmente desde la popularización de las bicicletas eléctricas, que suelen alcanzar mayor velocidad que las convencionales.
Esto ha obligado a las administraciones locales a ponerse manos a la obra para reorganizar los carriles reservados a estos vehículos, en busca de la opción más segura para los ciclistas. Pero no solo eso: en Holanda se han propuesto cambiar las costumbres de los conductores para tratar de que los accidentes entre coches y bicicletas, patines y viandantes se reduzcan al mínimo.
Y lo bueno es que la técnica que nos proponen puede también salvar vidas en accidentes en vías urbanas, evitando que conductores que salen de su coche recién aparcado sean arrollados por vehículos en circulación.
La técnica holandesa para abrir la puerta del coche se puede resumir en que debemos hacerlo siempre con el brazo del lado opuesto. Si ocupamos el asiento del conductor, deberemos abrir con la derecha, y con la izquierda si salimos por el lado del copiloto.
Es algo que podemos entrenar hasta que nos salga de natural, y que consigue:
- Que gires tu cuerpo de manera que tengas mucha más visibilidad.
- Que abrir la puerta sea una maniobra que cuesta unos segundos más, de modo que tengas más tiempo para percatarte de lo que sucede en tu entorno antes de accionar la manecilla.
- La puerta se abrirá más lentamente puesto que no se puede imprimir la misma fuerza, lo que dará algo más de tiempo a viandantes, automóviles y otros vehículos a percatarse del peligro.
En Holanda es algo que se enseña en la propia autoescuela, por tanto está muy interiorizada por los conductores. Pero estamos seguros de que con un poco de disciplina y esfuerzo podemos llegar a integrarla en nuestra forma normal de conducir.
Otro consejo que evitará sustos y lamentaciones será evitar distracciones cuando estamos bajando del coche, especialmente si lo hacemos desde el asiento trasero, donde no contamos con retrovisores para apoyarnos. Ir mirando el móvil nunca será una buena idea.
Por último, los ciclistas que circulen por carriles bici pegados a los coches pueden contribuir circulando en la medida de lo posible por la parte central del mismo, de modo que se mantengan algo alejados de las portezuelas.
Esperamos que este consejo te haya parecido útil y empieces a aplicarlo en tu día a día, y recuerda que puedes obtener más información interesante en nuestro blog, desde donde nos gusta contribuir a la seguridad vial y a una conducción más segura. ¡Te esperamos!