La batería es un elemento fundamental en el sistema que pone en marcha el coche. Así que, si no cuenta con suficiente energía (por estar mucho tiempo parado, por ejemplo), tendrás problemas para poner en marcha el motor o que se quede parado en mitad del camino.
Para evitar esto, en LeasePlan te contamos cuatro soluciones en caso de que te quedes sin batería, que podrás adaptar según tu situación, para tu tranquilidad y comodidad. ¡Toma papel y lápiz!
1. Utiliza unas pinzas y la ayuda de otro coche
Una de las opciones más usadas es la de contar con un juego de pinzas de batería, que te permitirán encender tu vehículo de nuevo con el apoyo de otro conductor. Una vez cuentes con ambos elementos, el proceso a seguir es:
- Conecta una batería a la otra, con el juego de pinzas, a través de los bornes correspondientes siguiendo un orden concreto: primero la pinza roja al borne positivo, y después la negra al negativo. Para ayudarte puedes ver la referencia de color en el extremo.
- El coche de apoyo debe mantener el motor encendido. Es recomendable que durante este procedimiento se apague el sistema de climatización y el multimedia para evitar el gasto de batería.
- Acelera ligeramente el vehículo con batería, para insuflar energía al tuyo.
- Acciona el contacto del coche descargado. Si todo va bien, en tan solo unos segundos tu modelo arrancará con normalidad. En caso contrario, espera un par de minutos antes de volver a intentarlo, ya que así evitarás que los cables se recalienten.
2. Opta por tu propio arrancador portátil
Estos complementos son baterías portátiles de alta capacidad, que incluyen dos pinzas para conectar al modelo descargado. También tienen unos sensores eléctricos que evitan picos de tensión en el arranque o equivocaciones al colocar las pinzas. Por todo ello, se convierten en la solución perfecta cuando no contamos con la ayuda de otro coche.
Solo tienes que conectar las pinzas al vehículo (con la misma disposición que en el paso anterior), encender la batería del arrancador (que deberá estar cargada por completo) y luego hacer lo mismo con el coche. Si funciona, desconecta el arrancador con cuidado sin apagar el coche, para que la batería del vehículo pueda cargarse con el propio motor.
3. Haz una llamada a tu seguro
Otra de las opciones más comunes es la de avisar al servicio de asistencia en carretera, ya que muchos conductores no cuentan con conocimientos de mecánica o se encuentran en una zona más complicada para maniobrar, como la autopista.
El seguro se encargará de enviar una grúa que arrancará el vehículo en el momento. Es importante que cuando vuelva a estar en marcha, conduzcas al menos durante media hora, sin parar, para asegurarte que la batería vuelve a funcionar sin problema. Si notas algún defecto, programa una visita al taller para cambiar la batería cuanto antes.
4. Empuja el coche para arrancarlo
Si no puedes acceder a las opciones anteriores y cuentas con un coche manual, puedes probar la técnica de empujar el coche o llevarlo por una ligera pendiente, para encenderlo en movimiento.
Para ello, solo tienes que subirte al vehículo, encender el contacto y pedir a tus acompañantes (u otros conductores) que lo empujen. Al mover el vehículo, debes meter segunda, manteniendo el embrague pisado, hasta alcanzar los 15 km/h. Cuando alcances esta velocidad, ve soltando el pedal y la propia inercia hará que el motor se ponga en marcha.
Por tu seguridad, no realices este método en carreteras o calles abiertas al tráfico, ya que, al no tener el motor encendido, no dispondrás de dirección asistida ni ayuda para el frenado.
Fuera preocupaciones con el renting de LeasePlan
En LeasePlan lo primero es la seguridad de nuestros clientes. Por eso, si contratas cualquiera de nuestros rentings, obtendrás una gran cantidad de ventajas únicas que te harán sentirte mucho más seguro en la carretera, como por ejemplo:
- Despreocuparte de la contratación del seguro, ya que nosotros nos encargamos de todo el proceso.
- Asistencia en carretera nacional e internacional, disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana y durante todo el año.
- Mantenimiento del vehículo, que te permitirá evitar cualquier incidencia durante tus viajes.
- En caso de que tu coche quede inoperativo, contarás con un vehículo de sustitución, siempre que esté incluido en tu contrato de renting. Si no fuera así, puedes añadirlo como un servicio adicional.
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