Todos sabemos que hay hábitos de conducción que afectan directamente al incremento del consumo de combustible. Sin embargo, es importante que sepas que hay algunas piezas del vehículo que también pueden afectarte en este sentido. Para ello, la entidad AECA-ITV informa sobre los aspectos de mecánica que juegan un papel fundamental en este gasto. Aquí te lo contamos:
El mantenimiento periódico juega un papel clave ya que ayuda a detectar los fallos antes de que se convierta en avería. En estos casos, AECA-ITV alerta sobre las piezas cuyo funcionamiento incorrecto debes revisar para evitar el desperdicio de combustible:
- Neumáticos. Si la presión de las ruedas es inferior a la recomendada por el fabricante, el consumo puede aumentar hasta un 5%. Esto se debe a que crece la superficie de contacto con el suelo. Ten en cuenta además que, si vas a cargar el coche con más peso del habitual, debes aumentar también la presión para compensar ese sobrepeso.
- Batería y bujías. En caso de que la batería no esté en buen estado, no llegará suficiente energía a las bujías. Por eso es importante revisar esta pequeña pieza en el mantenimiento anual del vehículo, ya que es la encargada de generar la combustión en el cilindro con la gasolina y el aire. Si no está en buen estado, la “chispa” que crea no se generará como debe y el coche necesitará más energía para funcionar.
- Filtro de aire. Cuando está sucio se limita la cantidad de aire que va hasta el motor. Esto hace que trabaje más y que el consumo pueda crecer hasta un 10%.
- Bomba de gasolina. Esta pieza se encarga de impulsar el combustible hasta el tanque del motor. Si existe algún problema, la distribución será poco eficiente y el vehículo gastará mucho más (especialmente por el desperdicio de líquido).
- Catalizador. Los modelos actuales tienen dos sondas lambda, una delantera y otra trasera, que cogen diferente cantidad de aire. Si alguna de ellas tiene fugas, entrará más combustible para equilibrar, y por tanto la eficiencia se reducirá.
- Pinzas y pastillas de freno. Las pinzas pueden atascarse (la razón más común es la suciedad) y, en estos casos, las pastillas de freno presionan todo el rato los discos. Esto provocará un frenado permanente, que influirá en elconsumo y velocidad del vehículo.
- Inyectores. Estos se encargan de introducir una cantidad de gasolina en la cámara de combustión y de distribuirla homogéneamente. Si la “mezcla” no se hace correctamente, aumenta el gasto entre un 15% y un 20%.
- Aceite desgastado. El aceite se encarga de engrasar las piezas del motor. Si no está en buen estado, pierde las propiedades e influye en el funcionamiento del motor.
Aún así, si tienes cualquier duda sobre el mantenimiento de estas u otras piezas, consulta el manual del fabricante de tu vehículo.
Recomendaciones para una conducción eficiente
Además del mantenimiento adecuado, una buena conducción puede ayudar a reducir el consumo de tu coche en un 15%, según la DGT. Para ello, te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Cuando empieces a conducir hazlo siempre con la primera marcha, sin acelerar en exceso.
- Siempre que la carretera te lo permita, mantén manchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible.
- Al arrancar, evita pisar el pedal de aceleración.
- No aceleres y frenes de forma innecesaria. Lo mejor es mantener una velocidad constante.
- Anticípate al cambio de marcha, ya que evitarás que el motor se revolucione más de la cuenta.
- No olvides el llamado “freno motor”. Si lo usas, además de reducir el consumo te ayudará a evitar el desgaste de las pastillas y discos de freno.
- Recuerda sustituir los neumáticos cuando sea necesario (según venga indicado en el manual del coche) y evita el desgaste irregular de los mismos.
- Planifica tu ruta con antelación. Así tendrás un “plan B” en caso de que no puedas ir por tu camino habitual.
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