Según el informe “Las principales cifras de la Siniestralidad Vial” de la DGT, aunque la mayoría de accidentes ocurren por el día, la gravedad es mucho mayor de noche, con una tasa general de 2,6 fallecidos diarios (frente a 1,1 cuando es de día). Un dato que refleja los peligros que hay a la hora de conducir en horario nocturno, por factores como la poca visibilidad o los deslumbramientos.
Si a esto se le suma posibles condiciones meteorológicas adversas, el riesgo de accidente se incrementa. Por ello, es fundamental que si tienes pensado coger el coche de noche, tomes mayores precauciones. ¡Te las contamos!
¿Qué ocurre con la visión de noche?
Una buena agudeza visual es clave para reducir el riesgo al conducir, ya que el 90% de la información de la carretera llega mediante tus ojos, como indica el estudio ‘Iluminación y Seguridad Vial’ del RACE. El mismo estudio confirma que la “capacidad visual del conductor se reduce al 20% respecto a la conducción diurna, así como la habilidad para percibir distancias y campos de visión”. Concretamente, puede reducir hasta un 70% la agudeza visual y hasta 7 veces el sentido de la profundidad. Además, esto se remarca aún más en aquellos conductores mayores de 55 años.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que todo esto se agrava en caso de alguna patología ocultar crónica (cataratas, glaucoma, etc.), deficiencia visual (miopía, astigmatismo e hipermetropía) o afección leve (conjuntivitis, ojo seco…)
Consejos para conducir seguros de noche
Para reforzar tu seguridad en la carretera en horas nocturnas, te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Comprueba la iluminación de tu vehículo. Dentro del mantenimiento regular debes comprobar que todas las luces del coche funcionan correctamente, para evitar sorpresas. Además, si conduces con frecuencia con poca iluminación, puedes incluir complementos que mejorar la visibilidad, como: faros inteligentes, luces LED, etc. Además, recuerda ser respetuoso con el resto de conductores al usar las luces.
- No esperes a que caiga la noche. Si la puesta de sol te pilla en mitad de un viaje, recuerda encender las luces correspondientes una hora antes de que caiga la noche o activarlas mediante el modo automático.
- Coloca bien los espejos. Para evitar cualquier deslumbramiento, es importante que los retrovisores internos y externos estén bien puestos.
- Revisa tu salud visual. Es fundamental que realices controles periódicos (una o dos veces al año) para comprobar que tu vista no ha empeorado.
- Mantén los cristales limpios. Esto ayudará a una mejor visibilidad y a evitar cualquier reflejo molesto.
- Ten en cuenta las circunstancias de la carretera. Tendrás que adaptar la velocidad y distancia de seguridad a la iluminación que tenga la vía. Aún así, es recomendable moderar la velocidad y aumentar la distancia para tener un mayor tiempo de reacción en caso de que ocurra algo.
- Viaja descansado. La oscuridad fomenta la somnolencia, por lo que es fundamental que hagas una parada cada hora u hora y media para evitarla. Además, en caso de lagrimeo o fatiga ocular te recomendamos buscar un lugar seguro y parar para tomarte un descanso.
- La atención, lo primero. Durante todo el viaje, vigila más frecuentemente los espejos, lleva el coche siempre bien ventilado y ponte algo de música que te ayude a mantenerte despierto (sin desconcentrarte).
- No conduzcas con el habitáculo encendido. Esto puede crear mucho contraste con la iluminación exterior y afectar a tu visión.
- Apuesta por autopistas o autovías. Siempre que te sea posible, trata de utilizar estas carreteras, ya que están más iluminadas y en mejor estado.
- ¡No olvides los triángulos! Lleva siempre la señalización de peligro correspondientes (triángulos, señal V-16 y chalecos reflectantes), para los casos de avería.
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