Los accidentes de tráfico se han cobrado, de enero a marzo de 2024, la vida de más de 250 personas en España. Es un número considerable para los tres primeros meses del año y nos lleva a afirmar que aún queda mucho por hacer para que cada vez menos gente muera en la carretera.
Las causas principalmente conocidas por las que se producen los accidentes de tráfico son el exceso de velocidad, el consumo de alcohol o drogas, las distracciones… pero hay muchas más. Por eso, nos hemos hecho la siguiente pregunta ¿influye la edad en los fallos que se cometen en la carretera y, en consecuencia, en los siniestros viales?
¿Qué dicen los datos sobre los accidentes en función de la edad?
Según un estudio que realizó el Centro de Estudios AXA de Seguridad Vial en 2022, la franja de edad más vulnerable a los siniestros viales son los conductores inexpertos, la mayoría situados entre los 18 y los 21 años, con un 57% más de probabilidades que la media de sufrir un siniestro.
Según este mismo estudio, los conductores de 66 a 70 años, cuya gran mayoría están jubilados, tienen una frecuencia de accidentes un 17% menor a la media de edad española. Esto se debe, no solo a su gran experiencia en la carretera después de años de conducción, sino también a realizar un menor uso del coche.
¿Pero qué pasa con los mayores de 70 años? El estudio afirma que, debido probablemente a la disminución de reflejos, de capacidades auditivas, visuales o de atención, las personas de esta edad tienen un riesgo mayor del 29% de tener un siniestro.
Además, el informe también refleja que, aunque ciertamente la siniestralidad es mayor en los jóvenes, la responsabilidad aumenta con la edad. Es decir, puede que los conductores mayores de 70 tengan menos accidentes que los menores de 25, pero cuando los tienen, son responsables de la mayoría de ellos.
¿Qué medidas existen y se proponen para disminuir los accidentes en personas mayores de 70?
Según la DGT «la responsabilidad de seguir conduciendo no depende de la edad, sino del estado de las capacidades y aptitudes que tenga el conductor». Por eso, a día de hoy en España existen las siguientes medidas vigentes:
- Los mayores de 65 años deben renovar el carnet de conducir cada 5 años, en vez de cada 10 como el resto de conductores.
- En el momento de la renovación, tendrán que pasar un reconocimiento médico y un examen psicotécnico para demostrar que siguen teniendo aptitudes para conducir y que su presencia en la carretera sea segura para todos. Este examen se hace a cada persona que se somete a una renovación de carnet, sea de la edad que sea.
Pero estas dos medidas no son suficientes para algunos expertos. Según el catedrático de seguridad vial Luis Montoro, «solo hacer un reconocimiento médico no es suficiente, es necesario abordar otros factores para reducir la siniestralidad al volante de las personas mayores».
Estos son algunas de las soluciones que él propone.
- Incentivar la renovación del vehículo. Muchas de las personas mayores conducen coches antiguos, de más de 15 años, que no tienen las medidas de seguridad que tiene un coche más actual. Por eso es importante promover entre los mayores la adquisición o el renting de vehículos nuevos.
- Mejorar las infraestructuras viales. La señalética compleja, las incorporaciones a las grandes autovías o la conducción nocturna en carreteras mal iluminadas, puede provocar situaciones de estrés, que los mayores se encuentren fatigados, coordinen peor sus movimientos y sean más proclives a protagonizar un siniestro. Por eso, es necesario colocar señales horizontales y verticales más claras e incrementar la iluminación en los puntos críticos y en tramos de concentración de accidentes.
- Realizar reconocimientos físicos y psíquicos cada dos años en vez de cada cinco. Y más exhaustivos, centrándose en el oído, la vista, las capacidades motoras, los reflejos y la atención. Para asegurarse de que, pese a ir cumpliendo años, son aptos para conducir con seguridad.
En definitiva, la edad influye, tanto por arriba como por abajo, en los accidentes en carretera. Así que es un hecho que hay que tenerla en cuenta. Pero no es cuestión de impedir que los conductores más veteranos puedan ser independientes y usar sus vehículos con libertad, sino de mejorar las carreteras y los procesos de renovación del carnet para asegurar la seguridad de toda la población, empezando por la suya.
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