En esta ocasión, vamos a explicarte cuáles son las distintas fases de un siniestro vial.
A no ser que tengas intención de convertirte en un perito policial, no es necesario que conozcas todos y cada uno de los detalles técnicos y teóricos que giran en torno a las fases de un accidente en la carretera, ¿verdad?
Sin embargo, sí hay una serie de conceptos básicos que conviene que conozcas, dado que te permitirán:
- Ser más consciente de determinados peligros al volante.
- Comprender mejor tu responsabilidad ante un accidente y tu capacidad para prevenirlo.
- Actuar de una forma más correcta, una vez haya tenido lugar un accidente en el que te hayas visto involucrado.
Con estos sencillos objetivos en mente, vamos a resumir los distintos momentos en los que puede dividirse un accidente de tráfico, así como una serie de conceptos o ideas claves.
El accidente de tráfico no es un suceso aislado
A menudo, pensamos en los accidentes de tráfico como un suceso aislado, consistente en una colisión entre un vehículo con un objeto, un peatón u otro vehículo. Sin embargo, los accidentes de tráfico consisten, en realidad, en una cadena de hechos, cada uno de los cuáles tiene su importancia.
Descubre las distintas fases de un accidente de tráfico
Fase de percepción
La fase de percepción alude al momento y lugar en los que, como conductor, te percatas de un peligro inminente en la carretera.
Suele tratarse de un obstáculo presente en la calzada (vehículo, peatón, animal o algún objeto), o bien una reacción imprevista por parte de nuestro propio vehículo, el cual amenaza con salirse de la calzada.
Conviene distinguir entre el punto de percepción posible u objetivo y el punto de percepción real o subjetiva.
En el primer caso, se trata de aquel lugar y momento a partir del cual era físicamente posible percatarse del peligro, mientras que, el segundo caso, se refiere a aquel en los que el conductor en concreto se percata realmente de la amenaza.
Determinados hábitos y técnicas de conducción contribuyen a mejorar la capacidad para percibir el peligro y reaccionar en consecuencia. Te recomendamos la lectura de estos artículos:
La atención consciente que prestas a la carretera, así como tu estado físico y mental mientras circulas, son elementos críticos que determinan tu capacidad para percatarte de los peligros que puedan surgir al volante.
Fase de decisión
La fase de decisión abarca el momento y lugar donde reaccionamos ante una amenaza y llevamos a cabo algún tipo de maniobra evasiva.
Por otra parte, las maniobras evasivas se pueden clasificar entre:
- Activas y pasivas: dependiendo de su nuestra velocidad y trayectoria varían o no. Por ejemplo, reducir la velocidad es una maniobra mucho más activa que el hecho de hacer sonar el claxon.
- Simples y complejas: en función de si implican varias acciones al mismo tiempo. No es lo mismo frenar el vehículo que pisar el pedal del freno, mientras se está contra-volanteando.
Una maniobra evasiva debería contribuir a reducir el riesgo de colisión o la gravedad de la misma, nunca ser el detonante de otra amenaza de mayor gravedad.
Por ejemplo, evitar una colisión por alcance invadiendo el carril contrario puede causar una colisión de mayor gravedad que si mantenemos la trayectoria o nos desviamos hacia el arcén derecho.
Anteriormente, publicamos un artículo en el que explicábamos en detalle los factores en la reacción ante imprevistos en la carretera, incluyendo el tiempo de reacción, así como una serie de ámbitos fundamentales.
El tipo de reacción que tengas en el momento en que aparezca una amenaza en la carretera influirá directamente sobre la maniobra realizada y las probabilidades de que se produzca una colisión.
Fase de conflicto y posición final
La fase de conflicto se refiere al momento y lugar en el que tiene lugar algún tipo de colisión, ya se trate de un vehículo en solitario o con la intervención de otros vehículos o peatones.
Es imprescindible saber cómo actuar ante una emergencia en carretera. Te recomendamos la lectura de nuestro artículo, haciendo clic en el enlace.
La posición final no es una fase en sí misma, sino el lugar donde el vehículo o los vehículos implicados se detienen después de la colisión.
Pericialmente, también se lo conoce como punto de terminación. Es fundamental respetarlo, en la medida de lo posible, hasta la llegada de los cuerpos de seguridad. De esa manera, el proceso de investigación posterior será más ágil y fiable.
Últimas conclusiones
El hecho de que tenga lugar un accidente de tráfico es siempre algo indeseable. No obstante, necesitas conocer tu capacidad de influencia y prevención -para mejorar tu reacción previa-, así como la forma de actuar más adecuada, una vez el siniestro ha tenido lugar.