Entras en tu coche en la mañana. Conduces hasta el trabajo y en el primer semáforo te tomas algo de tiempo para revisar tu smartphone. Pasas a la gasolinera, y luego debes perder tiempo precioso en busca de un sitio para aparcar. De todo eso te puedes ir olvidando. Nuestro modo de ir y venir está siendo configurado para el uso de vehículos conectados, eléctricos, autónomos y compartidos, que convertirán los automóviles actuales en objetos obsoletos como una diligencia en el viejo oeste norteamericano.
No es una exageración. Es el futuro del mundo del motor, una revolución que ya inició y tocará a la puerta de tu garaje.
Pero, ¿cómo será exactamente ese futuro de vehículos conectados, eléctricos, autónomos y compartidos?
Demos una mirada a los coches del futuro.
Vehículos conectados – El coche del futuro
La evolución de la industria de la automoción permitirá al conductor del futuro quitar los ojos de la carretera y fijarlos en algún tipo de contenidos o en distracciones baladíes –incluso dormir–, mientras es llevado a su destino.
Los vehículos conectados del futuro funcionarán sólo con energía eléctrica y sin ninguna interferencia humana. El trasfondo de esta revolución en la industria del motor, es un cambio cultural que resulta de especial relevancia en el comportamiento de las nuevas generaciones de consumidores.
De hecho, ya un buen número de conductores comparten cómodamente vehículos con otras personas (car sharing). En lugar de comprar un automóvil que tendrá que pasar muchas horas inactivo, el consumidor ya opta por un paquete de movilidad más adaptado a su perfil.
Menos coches en las calles, menos congestiones, menos emisiones, serán el resultado inmediato.
Vehículos conectados y autónomos
En cuanto a tecnología, el propulsor de esta revolución es Google con su proposición de un auto 100% autónomo. Le sigue en innovación Tesla.
La empresa de Elon Musk al lanzar su primer coche eléctrico para producción en serie, Model S, dió el primer paso hacia la popularización en el mundo de los coches eléctricos.
Una segunda etapa de este proyecto se dio el año pasado cuando Tesla introdujo en sus modelos comerciales un sistema semiautónomo de dirección: el autopilot, que tiene la capacidad para asumir hasta el 90% de las funciones de dirección del vehículo, aunque aún no prescinde de la presencia del conductor.
Tesla no es un fabricante de automóviles tradicional. Se trata de una compañía que está a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas y las tendencias de la industria. Los vehículos conectados de Tesla materializan los conceptos de Internet de las cosas, Inteligencia Artificial e Industria 4.0, que son los hilos conductores de esta revolución tecnológica del sector.
Los ensambladores tradicionales a su vez, entienden que es necesario ir mucho más allá de fabricar automóviles. Solos, o asociados con empresas de tecnología, han entrado en la carrera de la electro-movilidad, la dirección autónoma y la conectividad de vehículos.
Al menos 19 fabricantes presentaron modelos dirigidos por ordenador en el más reciente Salón del Automóvil de París, en donde los protagonistas fueron los vehículos conectados y autónomos.
Las ventajas de los vehículos conectados
Los vehículos conectados pueden desarrollar muchas funciones y ofrecer aplicaciones de gran utilidad que ofrecen ventajas evidentes:
- Medir las condiciones del tráfico en la ciudad
- Detectar zonas de peligro o puntos negros
- Obtener predicciones sobre el comportamiento del clima
- Establecer zonas de alta contaminación
- Detectar baches o huecos en las vías
- Facilitar la búsqueda de plazas para aparcar
- En el caso de vehículos comerciales, establecer rutas eficientes que mejoren el desempeño de la empresa.
De cara al cambio de perfil de las nuevas generaciones, las empresas también invierten en servicios de transporte y plataformas de intercambio de vehículos. El Grupo PSA –Peugeot, Citroën y DS– ha lanzado Free2Move, en tanto que Mercedes Benz propone Car2Go.
En cuanto a la conectividad, Mercedes también ha lanzado la iniciativa Community Base Parking, que utiliza la comunicación entre coches para ubicar plazas de aparcamiento. Ford se compromete con la sostenibilidad ambiental al asociarse con una empresa especializada en el intercambio de bicicletas.
Así es el futuro del mundo del motor. Vehículos conectados, autónomos, eléctricos y compartidos.