Ya ha pasado bastante tiempo desde que el 1 de noviembre del 2012, la etiqueta ecológica europea de los neumáticos entrara en vigor. No obstante, un año después, tan sólo el 20% de los conductores conocía sus características.
En este artículo, vamos a explicarte en detalle el contenido de esta etiqueta europea para neumáticos y cómo interpretarla, para que elijas la mejor opción.
Etiqueta ecológica de los neumáticos: criterios analizados
Este etiquetado europeo califica 3 criterios que se consideran fundamentales para valorar el carácter ecológico de un neumático. Concretamente, se trata de la resistencia a la rodadura, la adherencia sobre mojado y el ruido de rodadura o contaminación acústica.
Por cierto, si aún no sabes qué son los neumáticos ecológicos, te recomendamos la lectura de nuestro artículo especializado.
Clasificación en ahorro de carburante
Para clasificar los neumáticos en función del nivel de ahorro de carburante se toma como referencia el grado de resistencia a la rodadura.
La etiqueta europea califica el nivel de eficiencia del neumático para ahorro de carburante en una escala de la A a la G, siendo la A la más óptima, y habiendo una diferencia de 0,5 litros extras de consumo cada 100 kilómetros entre ésta y la G.
De acuerdo con un informe de la Fundación CEA (Comisariado Europeo del Automóvil), el ahorro generado por unos neumáticos de clase “A”, respecto a los de clase “G”, con un vehículo que consume una media de 5 litros cada 100 kilómetros, puede rondar los 80 a 140 euros, por cada 12.000 kilómetros.
Clasificación en seguridad
En este caso, la seguridad del neumático se mide a partir de su adherencia en condiciones de mojado y, más concretamente, en la distancia de frenado en mojado circulando a 80 km/h.
Los neumáticos son clasificados en una escala de A-B-C-E-F. Curiosamente, no existe la “D” en este baremo. Además, desde el año 2014, se han eliminado del mercado las cubiertas con una nota de F, debido a que la distancia de frenado en mojado alcanzaba los 18 metros, algo que, actualmente, se considera inaceptable.
- La calificación A permite una frenada en menos de 3 metros.
- La calificación B implica una frenada en una distancia superior a 3 metros.
- La calificación C supone una frenada superior a 7 metros.
- La calificación E indica una frenada en una distancia superior a 12 metros.
Clasificación en contaminación acústica
La contaminación acústica generada por un neumático se mide en función del ruido de rodadura exterior; es decir, el número de decibelios emitidos durante la marcha.
La etiqueta facilita una escala gráfica de 1, 2 ó 3 ondas, las cuales califican el nivel la contaminación acústica como:
- Excelente (1 onda): por debajo de 68 decibelios.
- Adecuado (2 ondas): entre 68 y 71 decibelios.
- Admisible temporalmente (3 ondas): por encima de 71 decibelios.
Existen más criterios para valorar un neumático
Aunque la etiqueta ecológica de los neumáticos ha contribuido a ayudar a los conductores a valorar y escoger mejor las cubiertas que utilizan en sus coches, los fabricantes coinciden en señalar que los 3 criterios escogidos por las autoridades europeas no son los únicos que deberían tenerse en cuenta.
Conviene recordar que el propósito de la etiqueta europea de neumáticos es identificar aquellos que resultan más eficientes y ecológicos; sin embargo, no se pone de relieve factores tan relevantes como:
- La durabilidad del neumático.
- La estabilidad en la conducción.
- El rendimiento de la frenada en seco,
- Precisión de la trazada.
- Agarre en curva.
- Capacidad de conducción en invierno.
- Comportamiento a altas velocidades.
De hecho, los procesos de homologación europeos implican someter a los neumáticos al análisis de un total de 11 variables, de entre las cuales sólo 3 son expuestas en la etiqueta ecológica de neumáticos.
Además, uno de los criterios más utilizados por los consumidores a la hora de elegir las cubiertas es la durabilidad de las mismas.
Para más información, te recomendamos la lectura de nuestro artículo:
Cómo influyen los neumáticos en la conducción.
No todos los neumáticos incluyen la etiqueta ecológica.
Finalmente, conviene tener en cuenta que existen una serie de neumáticos que no están sujetos a la obligatoriedad del etiquetado ecológico. Son los siguientes.
- Neumáticos recauchutados
- Neumáticos de repuesto del tipo T.
- Neumáticos de los vehículos todoterreno profesionales.
- Neumáticos con limitación de velocidad de 80 km/h.
- Neumáticos diseñados para vehículos matriculados antes del 1 de octubre de 1990.
- Neumáticos con llantas de diámetro inferior o igual a 254 mm, o bien igual o superior a 535 mm.
- Neumáticos con equipamiento especial para incremento de la tracción.
- Neumáticos de competición.
Todas las modalidades de Renting fijo de LeasePlan incluyen el recambio completo de los neumáticos, siguiendo las instrucciones establecidas por los fabricantes y la normativa.