Ahora que llega el otoño, los senderos de montaña comienzan a presentar una mayor acumulación de barro.
Ya sea porque has decidido hacer una excursión campestre con tu flamante SUV todocaminos, o bien porque tu vehículo industrial necesita desplazarse por carreteras de tierra en algún tipo de obra o zona similar, conviene que conozcas las técnicas y procedimiento básicos para sacar un coche del barro.
¿Cómo sacar un coche del barro? ¡Nunca intentes esto!
Paradójicamente, algunos de los impulsos más habituales que tenemos cuando nuestro vehículo se queda atrapado en el barro son contraproducentes e incluso peligrosos.
No pises más a fondo el pedal del acelerador
En el momento en que el coche queda atrapado en el barro, las ruedas pierden tracción y comienzan a patinar.
Acelerar sólo empeorará la situación, dado que podría dar lugar a que el vehículo se hundiera aún más.
En el peor de los casos, pueden salir despedidos trozos de tierra y piedra que actúan como proyectiles y lastiman a alguna persona situada alrededor.
No intentes empujar el coche por detrás
Se trata de una práctica habitual pero no está carente de riesgos, especialmente, si se está circulando por una pendiente ascendente.
En el mejor de los casos, la persona que esté empujando terminará totalmente embarrada. Sin embargo, una incorrecta maniobra podría hacer que el coche se desplazara hacia atrás, poniendo en peligro la integridad física de la persona que trataba de ayudar.
¿Cómo sacar un coche atascado en el barro?
1º Examina qué rueda o ruedas han perdido tracción
Antes de llevar a cabo cualquier otra medida, necesitas identificar dónde está el problema.
Para que un vehículo se quede atorado en el barro, no hace falta que todas sus ruedas estén atrapadas. De hecho, lo más habitual es que sea alguna de las ruedas de tracción.
Para liberarlo, hay que facilitar que dicha rueda gire sobre una superficie con mejor adherencia que el barro.
2º Prueba a dar marcha atrás
Una de las técnicas menos utilizadas -pero, sorprendente, eficaces- consiste en dar marcha atrás.
En ocasiones, el vehículo no logra la tracción necesaria para avanzar pero sí puede retroceder.
Una vez el vehículo haya salido de la zona conflictiva, lo recomendable es tomar un camino alternativo y variar ligeramente la dirección de la trazada para evitar la zona con mayor acumulación de barro.
Por otra parte, y siempre y cuando las condiciones del camino lo permitan, puede reiniciarse la ruta tomando la suficiente carrerilla y velocidad como para que la inercia evite que el vehículo vuelva a quedar atrapado.
Ten en cuenta que la mecánica de los turismos convencionales no está preparada para circular por caminos embarrados. De hecho, una buena parte de los SUV tampoco han sido diseñados para conducir fuera del asfalto.
El tipo de neumático, la presencia de una reductora y la altura del chasis respecto al suelo son factores determinantes.
Si te encuentras en una situación como ésta, y tu vehículo no está preparado para ello, procura circular lentamente. De lo contrario, podrías dañar seriamente tu coche.
3º Gira la dirección del coche y acelera con suavidad
En caso de que el camino lo permita, puedes probar a girar la dirección de las ruedas traseras y acelerar con suavidad.
Este cambio de dirección posibilita que las ruedas entren en contacto con una superficie distinta que, de ser más adherente, te permitirá sacar el coche del barro fácilmente.
4º Utiliza la palanca reductora
Si tu vehículo es un verdadero 4×4 debería incluir una segunda palanca detrás de la caja de cambios. Esta palanca te permitirá activar la reductora, la cual se encarga de aumentar el par motor y reducir la velocidad a la que giran las ruedas.
Básicamente, la reductora permite aumentar la fuerza con la que el todoterreno se mueve e impide que las ruedas giren a una velocidad que las haga derrapar.
Es un recurso idóneo para bajar o subir pendientes de gran desnivel, arrastrar otros vehículos y, por supuesto, salir de zonas de escasa adherencia como, por ejemplo, un camino lleno de barro.
5º Examina las inmediaciones en busca de piedras, madera o maleza seca
Colocar piedras no afiladas, así como trozos de madera o maleza seca justo delante de las ruedas de tracción, ayudará a que éstas cuenten con más adherencia.
Habitualmente, este suele ser un recurso sencillo e infalible para sacar un coche del barro con rapidez.
- Si no puedes encontrar este tipo de materiales en las inmediaciones, entonces también puedes utilizar las alfombrillas del coche. Estas proporcionan una superficie mucho más adherente que el barro.
- Por otro lado, las cadenas de nieve también pueden contribuir a alterar la superficie de rozamiento y ayudar a que el coche salga del barro.
6º Reduce la presión de los neumáticos
Finalmente, si las técnicas anteriores no dan resultado, también puedes probar a reducir la presión de los neumáticos.
Una menor presión de los mismos posibilita que éstos dispongan de mayor superficie de rozamiento y el consiguiente aumento de la adherencia.
Confiamos en que estos consejos te resulten de ayuda la próxima vez que necesites sacar tu coche del barro.
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