Tener un coche en propiedad es prácticamente una de las prioridades que han formado parte del orden establecido dentro de nuestra sociedad durante mucho tiempo. Sin embargo, los costes que representa son muy cuantiosos.
Contar con los ahorros necesarios para poder sufragar la comprar de un vehículo en propiedad no siempre está al alcance de todo el mundo. En esos casos, la única alternativa aparente es la de solicitar la financiación de la compra, lo que no hace sino incrementar el coste final del vehículo.
Según los barómetros del portal coches.net y la GANVAM (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor), la compra de un vehículo ronda los 6.000 euros si estamos hablando de un coche de segunda mano o un vehículo más bien pequeño y con las prestaciones básicas. En caso contrario, es bastante complicado comprar un coche de equipamiento mínimo por menos de 9.000 euros, máxime si se utiliza alguna forma de financiación.
Sin embargo, cuando se trata de valorar el coste real de tener un vehículo en propiedad, lo más apropiado es hacer un cálculo de los gastos iniciales añadidos al precio del coche, así como los gastos recurrentes; es decir, de aquellos gastos que debes hacer año tras año para poder seguir circulando con tu vehículo de forma segura y en cumplimiento de la legalidad.
¿Cuáles son los costes de la compra de un vehículo nuevo?
Al comprar un coche, suele ser necesario costear una serie de gastos añadidos con los que muchos compradores primerizos no cuentan:
- Costes de transporte del vehículo: Dependiendo del modelo y del concesionario al que acudamos, el coste del transporte del vehículo puede llegar a suponer una media de 300 euros.
- Impuesto de matriculación: La tarifa a pagar en el impuesto de matriculación se establece en función de las emisiones de CO2 del vehículo en cuestión. Los vehículos que emiten menos de 120 gramos por kilómetro no requieren el pago de ninguna tarifa. Desde los 121 gramos y hasta los 159 gramos se habrá de pagar el equivalente al 4,75% del precio de compra. Desde los 160 gramos y hasta 199 gramos, implica un 9,75% y, a partir de los 200 gramos, se pagará un 14,75% de impuesto de matriculación.
- Costes de matriculación: Además del impuesto de matriculación, será necesario costear el pago de la licencia para el coche, las placas de la matrícula y, en su caso, los gastos de gestoría.
- Impuesto de circulación: Finalmente, habrá que pagar el impuesto de circulación, el cual depende de cada municipio. Por lo tanto, está sujeto a variaciones sustanciales.
¿Cuáles son los costes de un vehículo de segunda mano?
En el caso de los coches de segunda mano, lo primero que hay que hacer es solicitar en Tráfico un informe completo de la matrícula. De esa forma, podrás verificar que el vendedor y actual dueño del coche está al corriente del pago de los impuestos de circulación, ITV, facturas de posibles revisiones y, por supuesto, cualquier multa o carga que pese sobre el vehículo. En caso de que alguno de estos aspectos estuviese pendiente de pago, esto debería ser valorado en el precio de compra.
Sea como fuere, los costes fijos habituales añadidos al precio de compra son:
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales: Su importe asciende al 4% del valor venal; esto es, el valor que le haya sido asignado por Tráfico en ese momento. A esto hay que añadir las tasas por el cambio de titularidad del vehículo.
- Impuesto de circulación en caso de que no haya sido previamente costeado por el dueño.
- Costes derivados de posibles reparaciones.
¿Cuáles son los costes recurrentes que supone la propiedad de un vehículo?
Seguro
El seguro del vehículo es obligatorio. No obstante, su precio puede variar mucho en función de la edad y el expediente del conductor, los años de carné, así como determinadas características del modelo de vehículo, tales como la cilindrada y el volumen de emisiones.
Además, no es lo mismo contratar el seguro básico a terceros, que puede rondar ligeramente por debajo de los 400 euros, que un seguro a todo riesgo con franquicia, que puede llegar a superar los 1.000 euros
Existe la posibilidad de reducir la cuota a pagar si el vehículo es guardado en un garaje, dispone de mecanismos antirrobo y el kilometraje es bajo. Por otra parte, los vehículos históricos –aquellos que tienen una antigüedad de más de 25 años- obtienen bonificaciones o descuentos en el seguro.
Impuesto de circulación sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM)
Tal como he mencionado en párrafos anteriores, este impuesto puede variar según el municipio en el que debamos pagarlo.
El IVTM debe pagarse anualmente al ayuntamiento que corresponda de acuerdo con lo que se indicó en el momento de matricular el vehículo.
Mantenimiento y reparaciones
La media de los costes de mantenimiento y reparaciones que puede requerir un vehículo a lo largo de un año se sitúa en torno a los 2.000 euros. No obstante, esta cifra está aumentando progresivamente conforme los vehículos actuales incorporan más y más componentes electrónicos, cuyo coste de reparación puede llegar a ser estratosférico.
- Mantenimientos preventivos especificados por el fabricante.
- Gastos ocasionados por sustitución de piezas y componentes desgastados, incluyendo los neumáticos.
- Revisiones para llevar a cabo una puesta a punto en caso de viajes en coche de larga distancia.
- Limpieza y lavado del vehículo: El lavado del coche tiene cierta importancia en lo que se refiere al mantenimiento y la correcta conservación del mismo.
Combustible
El coste que implique la compra de carburante también puede variar bastante en función del kilometraje recorrido al año, el tipo de motor –gasolina, diésel o híbrido-, así como el propio precio del combustible, en función del momento del año.
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Estacionamiento
En este caso, hay que contemplar los gastos que implique costear una plaza de garaje o, en su defecto, el estacionamiento en las zonas municipales que requieran del pago de algún tipo de tasa.