Cuando tienes un coche, debes estar al corriente del pago de diferentes impuestos con los que tener tu vehículo en regla. Un ejemplo de ello es el impuesto de circulación o Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).
El pago de este impuesto se hace anualmente y, gran parte de los usuarios, automatizan el pago domiciliándolo en una cuenta bancaria. Pero puede ocurrir que no tengas claro si el impuesto se ha pagado correctamente o no. Para que no tengas duda con esto, en LeasePlan hemos recopilado las preguntas más frecuentes sobre este tema.
¿Qué es el impuesto de circulación?
Es un impuesto obligatorio por el cual los vehículos de motor pueden circular por las vías públicas de España, y su pago es obligatorio para aquella persona o sociedad que aparece como titular administrativo del vehículo a día 01/01 del año en vigor. Esta transacción se realiza en el municipio donde el coche esté domiciliado. La dirección debe coincidir con la donde esté empadronado el propietario.
Cada ciudad elige la cuantía de la tasa de este impuesto y qué vehículos quedan exentos de pagarla (por el tipo de uso, antigüedad, etc.).
El impuesto es válido todo el año (del 1 de enero al 31 de diciembre) y debes renovarlo anualmente dentro de un plazo determinado, hasta que el coche esté dado de baja.
Vehículos que deben pagar el impuesto de circulación
Todos los coches matriculados tienen la obligación de pagar el impuesto de circulación. Aquellos con permisos temporales o de matrícula turística, también deben asumir el pago.
Solo algunos están exentos de pagar este impuesto y son los siguientes:
- Los vehículos oficiales.
- Los coches de representantes diplomáticos.
- Los dedicados al servicio sanitario.
- Los vehículos para personas de movilidad reducida.
- El transporte público urbano con más de nueve plazas.
- La maquinaria con Cartilla de Inspección Agrícola.
Cómo saber el estado del pago del impuesto de circulación
Dado que el pago se realiza a través del banco, puedes comprobar el extracto bancario para saber si se ha liquidado con éxito. Como segunda opción, puedes consultar el estado en tu ayuntamiento.
Por otro lado, en la Dirección General de Tráfico puedes consultar toda la información relativa a tu vehículo, a través de un informe online, que también incluye si el impuesto de circulación está pagado. Se puede solicitar de forma presencial, en cualquier oficina de tráfico, o a través de la página de la DGT.
¿Cómo pagas el impuesto? ¿Qué pasa si no lo haces?
Dependiendo del dominio fiscal que conste en tu permiso de circulación del coche, el ayuntamiento correspondiente te avisará de la necesidad de pago a través de una carta. Es importante recordar que la entidad pública no está obligada a enviar dicha notificación, lo que no exime al usuario del pago ni de los recargos ocasionados de no pagar el impuesto en el periodo voluntario.
Si no lo tienes domiciliado, para evitar despistes puedes realizar la transacción de tres maneras:
- Presencialmente, acudiendo a alguna de los bancos colaboradores, con la carta de pago correspondiente.
- Online. Dependiendo de la comunidad existen varias vías por las que realizar el pago por internet, por lo que necesitarás acudir a su página oficial para conocerlas. En Madrid, por ejemplo, puedes realizar el pago a través del certificado digital, la banca online o con una tarjeta de crédito.
- Telefónicamente, llamando al número indicado en la web de tu comunidad.
Si no tienes la carta de pago, porque la has extraviado o te has cambiado de domicilio sin comunicarlo, puedes solicitar un duplicado a tu ayuntamiento o en las oficinas de registro de tu vehículo.
En caso de no pagar el impuesto de circulación, se creará una deuda municipal. Si supera cierta cantidad, pueden multarte con hasta 500 euros e, incluso, embargarte el vehículo. Otra consecuencia, es que no podrás hacer ningún cambio de titularidad en el coche hasta que saldes la deuda.
Con el renting, olvídate de estas gestiones
Si apuestas por el renting de LeasePlan, no tendrás que pensar en el impuesto de circulación. Todos nuestros rentings incluyen diferentes servicios que te facilitarán aún más tu movilidad y, entre ellos, el pago del impuesto y otras muchas gestiones que haremos por tí. ¡Solo tienes que escoger el modelo que mejor se adapte a ti o a tu negocio!
El renting flexible te permitirá disponer de un coche durante un tiempo limitado, desde dos meses, para suplir necesidades puntuales. Por otro lado, si prefieres un compromiso a largo plazo, que te permita organizar mejor tus finanzas, el renting fijo es la mejor opción. Por último, para aquellos que quieran un coche a un precio más competitivo está el renting de seminuevos.
Recuerda que en todos ellos está incluido tanto la gestión integral del coche (matriculación, entrega, etc.), como el mantenimiento, la contratación del seguro y, por supuesto, el pago de los impuestos del vehículo, como el de circulación. ¡Así tu única preocupación será la de conducir!
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