De acuerdo. Necesitas comprar una flota de cochespara tu empresa y el título de este artículo te ha asustado lo suficiente como para estar leyendo estas líneas.
¿Acaso la compra de los coches y furgonetas que tu empresa necesita es tan mala idea?
Anteriormente, hemos publicado artículos en los que explicábamos en detalle las ventajas del Renting frente a la compraventa o el leasing. Incluso hemos aportado cifras facilitadas por organismos e instituciones ajenas. Puedes comprobarlo aquí:
En esta ocasión, vamos a centrarnos en los peligros financieros de la compra de una pequeña flota de vehículos puede suponer para tu empresa.
Peligros financieros de comprar una flota de vehículos
Incremento del endeudamiento
A no ser que tu empresa disponga de una enorme liquidez y que estéis dispuestos a invertirla en comprar una flota de coches en lugar de destinarla al núcleo de vuestra actividad, lo más probable es que necesitéis financiar la compraventa.
Eso significa que el balance del negocio registrará un considerable incremento en los niveles de endeudamiento a corto y largo plazo.
¿Cuál es el problema?
Cuanto mayor es el endeudamiento de una empresa, más dificultades presentan las entidades bancarias para proporcionar financiación.
Es decir, la compra de una flota de vehículos puede hipotecar considerablemente vuestra capacidad para conseguir crédito por parte de vuestro banco.
Depreciación de los bienes
Toda adquisición de un bien debe quedar reflejada en el balance y el patrimonio de la empresa.
Como cualquier bien mueble, los vehículos se deprecian con el uso y el paso del tiempo. Este desgaste sufrido por los activos del negocio se ha consignar en la cuenta de resultados como un gasto.
A priori, todo esto parece una operativa contable perfectamente normal.
Sin embargo, si comprobamos su evolución y la comparamos con el tratamiento contable del Renting, comprenderás que la compraventa supone un mayor peligro financiero.
Tratándose del Renting, las cuotas son contabilizadas como un mero gasto. No obstante, no hay entrada de ningún activo en el balance. De forma que el ROI y demás ratios de rentabilidad se ven mejorados.
En resumen:
En ambos casos, la utilidad operacional que se refleje en la cuenta de resultados será la misma. Sencillamente, dependiendo de si se trata de una compraventa o de un Renting, el origen del gasto será uno u otro.
Sin embargo, la empresa que opte por el Renting estará consiguiendo un mayor rendimiento sobre el patrimonio. Además, aquella que cuente con los coches en propiedad, deberá hacer frente a una progresiva depreciación de sus activos.
Obviamente, disponer de unas cuentas saneadas no sólo contribuye a ofrecer más confianza a los inversores, sino también a las entidades de crédito que se encargan de valorar el estado financiero de la empresa y conceder la financiación necesaria para el desarrollo de la actividad económica.
Hasta ahora, hemos puesto de manifiesto el impacto contable que la compraventa y el Renting de coches tienen sobre las cuentas y el balance de una empresa. Como ya hemos explicado, esto implica un claro riesgo a la hora de conseguir financiación externa en el futuro.
¿Qué hay de los gastos colaterales generados por la compraventa y el Renting?
Riesgos relacionados con el mantenimiento
En lugar de explicarte aquí la carga económica que implica el mantenimiento de un coche en el medio y el largo plazo, te recomendamos la lectura de nuestro artículo especializado, haciendo clic en el enlace anterior.
No obstante, sí queremos llamar tu atención sobre los riesgos de la aparición de averías.
Actualmente, los vehículos de más de 4 o 5 años a los que se da un uso intensivo presentan un considerable número de averías, generadas por el desgaste y agotamiento de muchos componentes mecánicos.
Por otra parte, la presencia de nuevos y complejos componentes electrónicos también ha incrementado sustancialmente la incidencia de las averías que sufren los coches en su funcionamiento.
¿Lo peor de todo?
Lo peor de todo esto es que las averías electrónicas pueden llegar a suponer un desembolso económico desorbitado que, en algunos casos, supone varios cientos o miles de euros.
Una vez vencido el periodo de garantía de 2 años, ¿puede tu empresa asumir los riesgos derivados de la aparición de este tipo de averías?
En el caso del Renting, este riesgo queda totalmente eliminado. De hecho, es uno de los motivos por los que, tanto particulares como empresas están inclinándose cada vez más por esta alternativa.
Mayores gastos de gestión administrativa
La adquisición de una flota de vehículos en propiedad lleva aparejada una logística y una gestión administrativa mucho más compleja que un sencillo Renting.
Para empezar, y como ya hemos demostrado hace un momento, la compra de los coches implica un mayor trabajo contable.
A esto hay que añadir todo el tiempo destinado a la contratación de los seguros, el pago de los impuestos, desplazamiento al taller para llevar a cabo las revisiones, etc.
¿Realmente vale la pena asumir ese gasto, cuando podría ser fácilmente eliminado con un Renting?
Compromiso de largo plazo
Finalmente, no podemos olvidar el principal riesgo de la adquisición de un vehículo para empresa o cualquier otro activo semejante.
¿Qué pasa si el negocio no cumple con las expectativas?
Comprar una flota de vehículos sin tener una clara certeza de que el negocio vaya a evolucionar de forma favorable supone asumir un enorme riesgo financiero que amenaza con quebrar la empresa.
Afortunadamente, en el caso del Renting es posible contratar la modalidad flexible.
Esta opción permite que las empresas y negocios dispongan de uno o varios vehículos sin un compromiso temporal específico.
¿Qué significa eso?
En el caso de que el negocio no esté generando el cashflow o los beneficios necesarios, será posible devolver parte o todos los vehículos de la flota sin dar ningún tipo de explicación, ni afrontar penalización alguna.
En definitiva, se elimina totalmente el riesgo financiero ligado a la inversión de un activo.
¿Significa esto que la compraventa debe ser desechada en todos y cada uno de los casos posibles?
No, en absoluto. Afirmar lo contrario sería exagerar.
Es cierto que la compraventa de coches se está volviendo una alternativa cada vez más costosa -tanto para las empresas, como para los particulares-, máxime cuando se tiene intención de hacer un uso intensivo del vehículo.
No obstante, existen algunos casos en los que optar por comprar un vehículo puede tener más sentido.
En el resto de circunstancias, te recomendamos consultar las condiciones de un contrato de Renting. Lo más seguro es que, te resulte mucho más conveniente.