Conducir en un atasco es una experiencia muy desagradable. Genera ansiedad, así como un agotamiento físico y anímico que, de prolongarse, puede tener graves repercusiones.
Además, dichas consecuencias se manifiestan tanto durante el propio atasco, como cuando éste ya ha quedado atrás.
- Por un lado, el malestar y la impaciencia pueden contribuir a que tu conducción se vuelva más agresiva y, con ello, incrementar el riesgo de un accidente.
- Por otro, la fatiga acumulada puede generar somnolencia tiempo después de haberse superado la retención.
Lectura recomendada:
Fatiga al volante: causas, efectos y riesgos.
Por ese motivo, es fundamental que conozcas una serie de claves para conducir en una retención de manera segura y eficiente.
#1 Mantén la calma
Como ya hemos mencionado, uno de los síntomas más habituales en este tipo de circunstancias es el incremento de la ansiedad al volante.
Trata de minimizar el estrés adoptando una actitud positiva y evitando a toda costa cualquier enfrentamiento o actitud despectiva con otros conductores.
Estos son algunos consejos útiles:
Mantente hidratado en todo momento
La deshidratación produce mayor irritabilidad y pérdida de la concentración.
Asegúrate de que los niños están entretenidos
Las retenciones también hacen mella en ellos y su comportamiento puede convertirse en un importante foco de distracción.
Lectura recomendada:
¿Cómo llevar a los niños en el coche?
Escucha la información del estado de la carretera en la radio
El hecho de conocer el estado del tráfico, las causas de una retención, así como la previsión de cuánto puede durar te ayudarán a reducir el estrés y, en su caso, decidir si prefieres tomar una ruta alternativa o hacer un alto en al camino.
#2 Conserva combustible
Circular en un atasco supone un elevado consumo de combustible. Al hecho de mantener el motor al ralentí durante las paradas, se añaden los continuos inicios de la marcha.
De acuerdo con las estadísticas, un kilómetro de retención implica que, desde que el primer vehículo comienza a desplazarse, transcurren dos minutos y medio hasta que el último lo hace.
Si cuentas con visibilidad suficiente o conoces la cantidad de kilómetros que están afectados por el atasco no te será difícil intuir el tiempo de espera.
En consecuencia, te sugerimos lo siguiente:
Detén el motor, si estimas que la parada va a prolongarse durante más de 2 minutos.
Atención:
Los sistemas Start & Stop incorporados en los vehículos modernos no están diseñados para la circulación en atascos. Arrancar y apagar el motor sucesivamente y en periodos muy cortos de tiempo perjudica a la mecánica del motor y contribuye al aumentar el gasto de combustible.
Lectura recomendada:
Sistema Start & Stop: Guía imprescindible.
Llena el depósito en la siguiente estación de servicio
Más vale prevenir que curar. Si desconoces el tiempo que vas a permanecer en la retención, lo más aconsejable es llenar el depósito de combustible tan pronto como llegues a una estación de servicio.
Bajo ningún concepto, te recomendamos apurar el depósito de gasolina durante una retención. No sólo te arriesgas a quedar inmovilizado en la carretera, sino que además estarás dañando la bomba de combustible.
Si quieres conocer otros mitos y errores de conducción, te sugerimos las siguientes lecturas:
Los vicios al volante que averían tu coche.
Peligro: La mala conducción eficiente puede destrozar el motor de tu coche.
Circula de forma homogénea
Los acelerones y frenadas durante un atasco tan sólo te harán gastar más gasolina e incrementar el riesgo de un accidente por alcance.
En su lugar, te recomendamos un desplazamiento lento y constante –en la medida de lo posible-, así como mantener una distancia de seguridad prudencial con el vehículo que te precede.
De esa forma, evitarás el típico “efecto acordeón”, que tanto merma la paciencia de los conductores.
Por otra parte, los continuos cambios de carril sólo empeoran la circulación y no suponen una reducción significativa de la duración o velocidad de tu desplazamiento.
Cede el paso en los accesos a la vía
Al contrario que en la circulación habitual, durante una retención, lo apropiado es ceder el paso al primer vehículo que esté esperando en el acceso de incorporación a la vía.
Esto se conoce como “efecto cremallera” y, además de ser una conducta cívica, evita que el atasco se propague por las vías secundarias, debido a la imposibilidad de acceder a la vía principal.
Extrema la precaución durante los atascos en túneles
En caso de que te veas retenido en un túnel, las recomendaciones habituales son las siguientes:
- Cierra las ventanillas y activa el filtro de aire del sistema de ventilación del coche. Los túneles presentan una mayor concentración de anhídrido carbónico y otros gases nocivos, los cuales generan somnolencia y, en altas densidades, perjudican gravemente a la salud.
- Enciende las luces de emergencia para facilitar la visibilidad de tu vehículo y avisar a otros conductores de la presencia de un atasco.
- No abandones el vehículo, salvo en caso de emergencia o cuando así se te ordene a través de la megafonía.
Detente pasadas 2 horas desde el inicio de tu trayecto
Con independencia de la distancia que hayas logrado recorrer, es imprescindible que te tomes un descanso una vez hayan transcurrido 2 horas desde el inicio de tu trayecto.
Tal y como señalábamos al comienzo de este artículo, la fatiga hace estragos en los desplazamiento largos y puede presentarse de forma inesperada.
Lectura recomendada:
9 Consejos imprescindibles para evitar dormirse al volante
No intentes recuperar el tiempo perdido
Finalmente, debes evitar la tentación de intentar “recuperar el tiempo perdido” una vez hayas salido de la retención.
Circular a una velocidad superior a la que estás acostumbrado o por encima de los límites establecidos es muy peligroso, máxime cuando se ha acumulado el cansancio propio de conducir en un atasco.
Si el retraso acumulado provoca que llegues tarde a una cita o compromiso, lo mejor que puedes hacer es estacionar el coche en un lugar seguro y hacer una llamada telefónica, avisando de tu retraso.