La somnolencia durante la conducción es un fenómeno frecuente en nuestras carreteras. Habitualmente, suele ligarse con los viajes largos, como los realizados durante los periodos vacacionales.
Sin embargo, la sensación de fatiga y el hecho quedarse dormido al volante también tienen lugar en trayectos más cortos, como los realizados al trabajo, debido a que el carácter rutinario de los mismos provoca una disminución de la atención en la carretera.
¿Cómo entender los consejos para evitar dormirse al volante?
Mucho se ha escrito acerca de cómo evitar dormirse al volante.
Algunos consejos son eminentemente prácticos y otros constituyen auténticas insensateces que, no sólo ponen en peligro la seguridad vial, sino que también están penadas por la ley.
En este artículo, vamos a compartir contigo los mejores consejos para evitar la somnolencia y la sensación de fatiga. No obstante, es imprescindible que distingas entre prevenir la somnolencia y combatirla.
¡Atención! En LeasePlan no recomendamos intentar vencer la somnolencia mientras se está conduciendo.
En caso de notar los primeros síntomas de agotamiento, la única alternativa válida y segura es detenerse y dormir. De hecho, este es uno de los consejos que compartiremos contigo.
El resto de recomendaciones tienen como objetivo evitar y prevenir que la somnolencia haga aparición durante tu viaje en carretera, y garantizar así que todos tus sentidos están centrados en la conducción.
Las cifras sobre el sueño y la fatiga al volante
Según los datos de la Sociedad Española del Sueño (SES), el 20% de los accidentes de tráfico está relacionado con la somnolencia durante la conducción.
Las estadísticas proporcionadas por la Fundación CEA, Comisariado Europeo del Automóvil, son aún más preocupantes.
De acuerdo con esta institución, el 70% de los conductores españoles han padecido somnolencia durante la conducción y casi un 60% han sufrido microsueños alguna vez.
¿Qué son los microsueños? Pues se trata de una pérdida momentánea de la consciencia durante un periodo de entre 3 y 5 segundos. Es un fenómeno muy grave dado que circulando a apenas 80 kilómetros por hora, se pueden recorrer 100 metros en ese lapso de tiempo.
#1 Asegúrate de haber descansado durante la noche anterior
Puede parecer una perogrullada, pero la calidad del descanso durante la víspera anterior juega un papel trascendental a la hora de mantener la consciencia y una atención óptimas durante la conducción.
#2 Detente ante la primera señal de somnolencia
En el momento en que te percates de que tu pestañeo se incrementa o te cuesta mantener los ojos abiertos debes parar. Busca una zona de descanso o saca el vehículo de la calzada para estacionarlo en una zona segura y alejada del tráfico. Acto seguido, reclina tu asiento y duerme.
Muchos conductores se marcan metas en cuanto a la distancia a recorrer o el tiempo de conducción antes de efectuar un descanso. Sin embargo, intentar superar la fatiga y prolongar la marcha supone una imprudencia que puede tener consecuencias catastróficas.
El truco de la “power nap”
“Power nap” es el término anglosajón utilizado para describir lo que habitualmente describirías como una siesta rápida. Pueden bastar 10 ó 15 minutos para descansar y recuperar los niveles de alerta necesarios para conducir de forma segura.
Por cierto, antes de reiniciar la marcha, no olvides airear el interior del vehículo y dar un breve paseo para activar tu organismo.
#3 Realiza descansos cada 2 horas o cada 200 kilómetros
Este es uno de los consejos habituales de la DGT y que pueden leerse en los paneles de las autovías nacionales.
Desgraciadamente, la mitad de los españoles lo ignoran.
Incorporar una breve parada durante el trayecto para airearse, estirar las piernas e hidratarse es una excelente manera de reactivar el organismo después de un largo tiempo sin apenas realizar movimiento alguno.
#4 Evita la conducción nocturna
Las probabilidades de sufrir somnolencia al volante durante la circulación nocturna son mucho más elevadas.
Nuestro biorritmo natural está adaptado a la vida diurna, motivo por el cual sentimos una profunda sensación de sueño una vez entrada la noche.
En definitiva:
Salvo que sea imprescindible, lo más recomendable es evitar conducir a unas horas en las que, normalmente, estarías durmiendo o a punto de irte a la cama.
#5 Evita las comidas copiosas
Una digestión pesada y el consumo excesivo de grasas, azúcares y carbohidratos generan una fuerte sensación de somnolencia.
Esto tiene lugar debido que las grasas prolongan la duración de la digestión y los azúcares provocan la segregación en sangre de la hormona insulina, la cual tiene efectos sedantes cuando se produce en grandes cantidades.
Si tienes previsto coger el coche inmediatamente después de comer, te recomendamos optar por un almuerzo ligero.
#6 Las bebidas estimulantes sólo son eficaces en periodos cortos de tiempo
El consumo del café o determinadas bebidas energéticas basadas en concentrado de cafeína es uno de los hábitos más habituales entre los conductores que quieren vencer la sensación de sueño.
Aunque el café es un potente estimulante, su ingesta tiene una duración reducida, y lo que es peor, una vez pasan sus efectos, la sensación de somnolencia regresa de forma abrupta y rápida. Este fenómeno es aún más pronunciado cuando se añade azúcar a la mezcla.
En definitiva, el consumo de algún tipo de sustancia con cafeína sólo es recomendable para realizar un trayecto corto y, en ningún caso, es sustitutivo de una siesta o del descanso nocturno.
#7 Utiliza los sistemas de seguridad activa disponibles
Actualmente, existen aplicaciones tecnológicas diseñadas específicamente para detectar los síntomas de somnolencia en el conductor y alertarle mediante señales sonoras.
Si tu vehículo está dotado con este tipo de mecanismos, no dudes en recurrir a ellos en todo momento. Ahora bien, las señales de alerta no deben ser utilizadas como una manera de mantener la consciencia, sino como un aviso de que debes detener la marcha inmediatamente.
#8 Mantén un ambiente fresco en el habitáculo del coche
Con el paso de las horas, el aire del interior del vehículo suele calentarse y viciarse, debido a un exceso de anhídrido carbónico.
Utiliza el aire acondicionado para filtrar y refrescar el aire del habitáculo. En su defecto, también puedes bajar las ventanillas momentáneamente, para permitir que el aire exterior renueve la atmósfera del coche.
Así mismo, la sensación de la brisa fresca en tu rostro puede contribuir a mantenerte despejado. No obstante, insistimos de nuevo en que este tipo de consejos no deben utilizarse para evitar la somnolencia una vez ésta ya se ha presentado, sino para prevenirla.
#9 Escucha la radio o la conversación de tu copiloto
Este consejo puede ser eficaz a la hora de mantenerse despejado al volante pero no debe malinterpretarse.
De acuerdo con el código de circulación, el conductor de un vehículo está obligado a poner la máxima atención en la carretera. Es por ese motivo que el uso de la radio o la conversación de otro pasajero nunca deben suponer una distracción o una merma de la capacidad para percibir todo lo que suceda en la calzada o el comportamiento del vehículo.
En definitiva, escuchar música estimulante, un programa de radio entretenido o una anécdota contada por nuestra pareja puede ayudarte a mantenerte despierto, pero nunca deben distraerte.
Confiamos en que estos consejos para evitar dormirse al volante contribuyan a mejorar tu experiencia de conducción y garantizar un desplazamiento seguro.