¡El otoño ya está aquí! Y con él llegan, de forma oficial, la bajada de las temperaturas, los días más cortos y un empeoramiento de las condiciones climáticas en general. Además, debido al cambio climático, estos cambios son cada vez más bruscos.
Para ello existen una serie de consejos que te ayudarán a conducir con mayor seguridad y precaución para ti y tus acompañantes (o pasajeros) ante cualquier alteración repentina de tiempo.
Recomendaciones de conducción según el temporal
Una de las variaciones más fuertes que hay durante esta época es de precipitaciones. En LeasePlan te comentamos algunas sugerencias para saber cómo “enfrentarte” a cada una de ellas cuando tengas que conducir:
Con lluvias intensas:
- Si te encuentras en la carretera, disminuye la velocidad, extrema las precauciones y evita detenerte en las zonas donde corra mucha agua.
- Circula preferentemente por carreteras principales y autopistas, ya que los caminos secundarios tienen peor visibilidad y pueden embarrarse.
- Si tienes que aparcar en mitad de una tormenta, evita hacerlo en zonas inundables, ya que el rápido ascenso del agua puede dañar tu vehículo y, en casos extremos, hasta arrastrarlo.
- En caso de inundación, localiza los puntos más altos de la zona y alejarte de los ríos, torrentes y partes bajas (como laderas y colinas), ya que pueden llenarse de agua.
- Si la lluvia es muy fuerte, esquiva cualquier tramo empantanado o con barro acumulado. Así evitarás cualquier deslizamiento o encallarte en algún socavón oculto.
- Mantente informado en todo momento de cómo evolucionan las precipitaciones a través de plataformas oficiales como la AEMET.
Ante riesgo de tormentas:
- Cuando se produce este fenómeno, la visibilidad siempre se reduce, por lo que es imprescindible encender las luces de cruce, reducir la velocidad y ampliar la distancia de seguridad con el resto de coches.
- Cuando frenes, recuerda hacerlo de forma progresiva, ya que si la carretera está mojada el vehículo podría patinar.
- Si la tormenta es eléctrica, es recomendable que cierres las ventanillas y apagues la radio, ya que así eliminas cualquier foco de atracción de rayos. Además, si necesitas parar, recuerda hacerlo en una zona que esté alejada de cualquier valla metálica o cableado que pueda generar corriente.
- En mitad de una tormenta, evita coger el coche de noche, ya que la visibilidad se reduce aún más debido a la oscuridad.
Frente a vientos fuertes y costeros:
- Utiliza marchas cortas y agarra el volante con firmeza, ya que esto te permitirá tener un mayor control y evitar un volantazo ante cualquier corriente o cambio de viento fuerte.
- En caso de viento lateral, recuerda conducir por el centro de tu carril, ya que así impedirás que te arrastre.
- Evita a toda costa los adelantamientos, ya que el viento dificulta esta maniobra y puede resultar peligroso.
- Especial precaución en los túneles, ya que en días de mucho viento pueden provocar el efecto pantalla. Esta es la diferencia que se produce en ambientes de mucha corriente al cambiar de una superficie de la carretera a otra de manera drástica, como pasa al salir de un túnel (en el que no hay aire) a la carretera (donde sí lo hay). El resultado es un impacto mayor del aire hacia el coche, que dificulta mucho la conducción.
- Presta especial atención a la calzada ya que puedes encontrar objetos o elementos caídos en la carretera, como ramas de árboles o mobiliario urbano.
- En caso de estar cerca de la costa, nunca dejes tu coche aparcado en zonas afectadas por el oleaje.
Con granizo:
En el caso del granizo, especialmente si la granizada es muy fuerte, coger el coche puede resultar peligroso por todo lo que conlleva, especialmente la baja visibilidad. En el caso extremo de que debas coger el coche o te pille en mitad de la carretera, recuerda seguir estos consejos:
- Mantén la calma. La caída de hielo en grandes cantidades puede impresionar un poco, pero recuerda que es muy poco probable que el granizo rompa el cristal del coche. En estos casos lo mejor es intentar parar en un sitio seguro y esperar a que pare.
- No te detengas en un túnel ni bajo un puente. Al ser zonas de baja visibilidad, existen más posibilidades de tener un choque con otro vehículo.
- Si necesitas seguir en marcha, mantén una mayor distancia de seguridad, enciende las luces de cruce para ver mejor y no frenes ni aceleres de forma brusca. Lo mejor es pisar los pedales suavemente, para que las ruedas no patinen con el hielo acumulado.
- Evita cualquier giro brusco. Por ejemplo, si quieres cambiar de dirección, ve frenando el coche hasta que sea seguro girar el volante.
El cuidado del coche ante cambios bruscos de temperatura
Otro aspecto que afecta al estado de tu coche son los cambios repentinos en la temperatura, ya que hacen que los vehículos necesiten el doble de energía para moverse. Para evitar esto y asegurar el perfecto funcionamiento de tu coche, en LeasePlan te recomendamos una limpieza y revisión periódica de:
- El estado del motor, para cerciorarte de que todas las piezas se encuentran en perfecto funcionamiento.
- La batería, ya que con el frío consume más que en otras condiciones.
- La presión de los neumáticos, ya que la rodadura, después del calor veraniego, puede haberse deteriorado un poco.
- El nivel de aceite, que siempre debe estar entre las marcas que indica la varilla.
- El líquido de refrigeración, que debe cambiarse cada estación. Es importante revisar tanto la cantidad, como el color del mismo. Así sabremos cuánto tiempo ha pasado desde el último cambio.
- Las escobillas del limpiaparabrisas, que deben estar en buen estado ante cualquier temporal inesperado.
Por otro lado, si cuentas con el renting de LeasePlan nosotros nos encargamos del mantenimiento de tu vehículo, ya que este servicio viene incluido con tu contrato. Así podrás disfrutar de tu vehículo sin preocuparte por nada, sea la estación que sea.
¿Lo mejor? Que esta no es la única ventaja que encontrarás en el renting. ¡Contacta con nosotros y te contaremos más sobre todo lo que te espera en LeasePlan!
